Quiero cerrar mis ojos y verte. Que seas la constante de mis parpadeos y mis sueños, quiero tenerte enteramente en mi cabeza, de punta a pie. Recordar cada acertijo de piel que tu cuerpo esconde, cada milímetro de pu belleza lo quiero puesta completamente en mi.
. . .
Que no me separo de ti porque eres tan valiente que me sacas de mi cama cada noche para que esté contigo, lejos del tiempo que nos apura y que se agota. Tú eres mi viaje más alto, el más certero. Esperado. Eres la dueña de un cielo y ahí, dentro de ti, yo vuelo con tanta confianza y cariño. Me dejo acariciar por tu viento y tengo tantas ganas de vivirte en picadas y volteretas. También eres el azul de ese cielo, más cuando se pone anaranjado o violeta y se va el sol. Eres mis ganas de viaje y de paraje.
Por eso, soy tan tuyo; como las aves son del cielo.
Tienes mi pensamiento dándote vueltas; tantas como las veces que reafirmo quererte al día.
. . .
Ahora mismo quiero sentir tu piel en mi mano. Quiero que me pongas muchas miradas de ojos cafés, pero lo que más quiero es tiempo para gastármelo contigo.