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22 junio, 2010

Del 18 al 19 de junio. (Tres en uno)

Coche blanco, Honda, Civic del 2003. Uso, de 8:30PM del 18 de junio; hasta las 4:00AM del 19 de junio. Antro llamado Voga, Eje 6 Sur, frente al Estadio Azul. Estadía, de 10:30PM del 18 de junio; a las 3:30AM del 19 de junio. Hospital Dalinde, perdido en la inmensidad del D.F. Estadía, de 7:20AM del 19 de junio, hasta; las 9:00AM.
Un coche en sentido contrario, de frente. Piedras en la calle, llantas ponchadas, ejes rotos, golpe en la cabeza. Música, bebidas, gente, sudor, viejas alegrías. Lagrimas nuevas. Luces de hospital, olor de hospital, mi padre y mi madre a un lado, yo voy caminando, ellos también y llegamos a urgencias.
Derrapé unos metros después de pasar encima de unas piedras, hice este movimiento porque esquivé un coche que venía circulando hacia mi y fui a dar contra la banqueta del parque a escasas cinco cuadras de mi casa, choqué de lado por el resbalón y me estampé contra la puerta izquierda, incluyendo mi cabeza, mi codo y mi cadera. Ya estando ahí, llegaron varios compañeros de escuela, mi hermana, dos amigas que veo seguido y una a la que casi no veo. Me pareció bien, es por mi cumpleaños, me voy a divertir. Si lo hice. Piden mí identificación del Instituto Federal Electoral, le sacan copias y me hacen preguntas pero las responde mi madre y me piden que espere a que venga el doctor. Me siento en la sala de espera donde hay algunas personas, unas dormidas, otras viendo en la tele resúmenes de fútbol. Yo me siento y comienzo a quedarme dormido.
Me despierta un vecino de la cuadra a quién sólo conozco de vista y él a mi. Yo iba hablando por teléfono con mi padre, justo le estaba diciendo dónde estaba, pues se me hizo tarde como de costumbre. Cuando me subí en las piedras el rebote me hizo aventar el teléfono celular para tomar el volante con las dos manos y salió por la ventana, así que cuando me despiertan lo único que sabía era que debía encontrar mi teléfono. Todo va en orden platico con todos, me rio, bailo, lo que se hace en esos lugares, hasta me di el lujo de salir a fumar algunas veces, estoy contento. Hubiera querido a más de mis amigos ahí pero, con las que estaban; tengo de sobra, son verdaderas. Me despierta un llamado al nombre de -Jorge Martín Ocádiz Velázquez- me incorporo, camino y cruzo la sala de espera, entro por unas puertas corredizas y me siento en una salita de revisión donde me hace preguntas un doctor simpático que se notaba despertó a las 6:00AM y llego a trabajar para el turno de las 7:00AM (yo casi llevaba 19 horas despierto). Me tocan la cabeza y me dicen que me tomarán unas radiografías de cuello y cabeza. -Caminas el pasillo y en las escaleras a la derecha, subes al primer piso y está Radiología al final de pasillo hacia a la izquierda- ahora lo recuerdo, pero en ese entonces sólo eran palabras y tuvimos que preguntar donde estaba Radiología.
Me encontraron mi teléfono y me ayudaron a bajarme del coche. Ya ahí, de pie, en medio de la calle me prestaron otro celular para que llamara a mi casa. Lo hice y mis padres llegaron pronto. -¿Ya llamaste al seguro?.- -No.- Para ese entonces ya había dos patrullas ahí, ambas de mi lado pues tenía a varios vecinos de la colonia como testigos de que yo había maniobrado para no chocar de frente contra el otro imprudente y alcóholico individuo. Transcurre la noche muy bien, ya es la hora de partir y me dispongo, llamo a quienes se van conmigo y nos alistamos. Salimos del lugar, nos subimos al coche y nos vamos rodeando el Estadio para salir al Eje 6 sur y tomar Insurgentes hacia el norte de la ciudad que nos dejará en casa. No hay tráfico y mi amiga que va de copiloto me apresura riendo pues la regañarán en su casa por la tardanza. Con ella compartía la fiesta pues ella cumple el 15 y yo el 20 de junio. Yo le digo que no hay prisa y vamos a buen ritmo, es tarde no hay coches. Llego a Radiología con mi orden en la mano, me introducen al cuarto donde hay las máquinas que toman las placas, me hacen pararme en un cacho volado del Rayo X y me dice -Ponte de frente, alza la cabeza lo más que puedas, quédate quieto- dice a manera de instrucciones, -Ahora ponte de lado, viendo hacia mí y quédate quieto- un silencio -Alza un poco más la cabeza-. La alzo y me dice que espere afuera. Espero afuera con mis padres y pronto sale la placa, la veo y como desconozco como se vea un lesión se la paso a mi madre que es Biólogo y conoce del tema, más por gusto que por haberlo estudiado.
Llega la grúa y se lleva el coche, mi padre habla con el ajustador y yo y madre lo esperamos en el coche pues me dieron nauseas y quiero sentarme. La grúa se lleva el coche, el ajustador se va y mi padre se sube a nuestro auto. Vamos ahora hacia nuestra casa porque mis padres quieren ponerse unos calcetines y yo cambiarme de playera para ir al hospital.
Dejó a mis amigas en su casa, a salvo y contentas. Yo vivo muy cerca de Ann, aproximadamente a cinco minutos sin tráfico o el doble, con tráfico, pero es la madrugada así que llego rápido. Circulo sobre una calle que es transversal a la mía y ahí es donde, de pronto, encuentro al sujeto. Sin luces y en sentido contrario. Por mi vida lo esquivo. Por mi vida choco. Por mi vida, ¡sigo vivo!. Tomamos las radiografías y las llevamos a donde el doctor se encontraba, pero nos dicen que tenemos que esperar a que venga el Médico Ortopedista, así que de nuevo a la sala de espera, ya va saliendo la luz del día. Me quedo dormido sentado y me despiertan con el mismo llamado, camino, cruzo la sala, paso la puerta deslizable y me siento, es otro médico, joven y tal vez, después de haber hecho varios turnos con su cara menos alegre que el del otro doctor me hace preguntas y de nuevo me toca la cabeza, el cuello y la espalda. Me hace preguntas y escribe en la computadora, imprime una hoja amarilla y me la da, también me da instrucciones de que me la sellen en la recepción y que debo ir el lunes a revisión (a la cual no he ido y ya es martes) pero me siento bien.
Quiero enmarcar mí radiografía, será un recordatorio constante.

2 comentarios:

  1. Glups... Me alegro de que el accidente no te afectara a la capacidad (física/intelectual) de escribir.

    Por el tono veo que ya estás bien, felicidades.

    Y felicidades por la clasificación. Oí el partido con emoción, deseoso de que pasarais y Francia se quedara en el camino. Cuando Sudáfrica empezó a marcarles goles sentí un gran alivio. ¡Felicidades!

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  2. Epale! que nochecita!! a la próx invitas. vale?

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