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29 marzo, 2010

El búfalo de la noche.

Desgarré la sábana valiéndome de los dientes y me llevé el trozo de tela con su sangre.
ARRIAGA, Guillermo. El Búfalo de la noche. p. 47-50.

Tijerillas otra vez. Hacia mucho no las veía y también hacía tiempo que no había querido meterme en la obscuridad, bajo mis sábanas. Miles de noches pasan a diario y no las notamos como si fueran solo noches, como si fuera lo más natural llegar a la noche, ¿y no lo es o si?.

Mucho tiempo pienso en la locura y el amor. Locura que desgarra sábanas, amor que deja manchas de sangre. Locura que te interna en manicomios desconocidos, amor que te lleva al mismo motel incontables veces. Locura que te hace ver tijerillas saliendo por entre las uñas, vomitarlas, miles de ellas, amor que te hace engañar a todos, engañar al amor con la hermana de tu mejor amigo.
Locura, amor. Amor, locura. Lo cura el amor. Locura el amor. Ah-more locura.

El búfalo de la noche en el hombro y con tinta azúl, por favor. -Yo quiero lo mismo, aquí en el brazo también. Ponlo ya, presiona la aguja, pon la tinta, viertela toda, azul porfavor-. El búfalo de la noche, el búfalo de la noche. Él búfalo de mi noche.

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