Datos personales

29 mayo, 2010

Alfonso Reyes, Col. Condesa. Domicilio conocido.

El sol de Monterey de Alfonso Reyes,
unido con Grocerías.

No cabe duda: de niño,
a mí me seguía el sol.
Saltaba de patio en patio,
se revolcaba en mi alcoba.

Incredulo lo veía sin saber que hacer.
Quemaba mis sábanas, mis almohadas.
-La alfombra, mamá, ¡la alfombra!.-

Se metía por todos lados
dejando mis juguetes chamuscados.
Por todos lados, dejandome seco y acalorado.

Aún creo que algunas veces
lo espantaban con la escoba.
Y a la mañana siguiente,
ya estaba otra vez conmigo,
despeinado y dulce,
claro y amarillo:
ese sol con sueño
que sigue a los niños.


Tardes enteras de jugar con él,
corriamos con nuestros escudos por todos lados.
Incendiabamos el mundo a gritos, a risas, a espadasos,
peleabamos con gigantes.

(El fuego de mayo
me armó caballero:
yo era el niño andante,
y el sol, mi escudero.)

Todo el cielo era de añil;
Toda la casa, de oro.
¡Cuánto sol se me metía
por los ojos!

Mar adentro de la frente,
a donde quiera que voy,
aunque haya nubes cerradas,
¡oh, cuánto me pesa el sol!
¡Oh, cuánto me duele adentro,
esa cisterna de sol
que viaja conmigo!

-Yo no conocí en mi infancia
sombra, sino resolana.-

Cada ventana era sol,
cada cuarto eran ventanas.
Los corredores tendían
arcos de luz por la casa.

En los árboles ardían
las ascuas de las naranjas,
y la huerta en lumbre viva
se doraba.

Los pavos reales eran
parientes del sol. La garza
empezaba a llamear
a cada paso que daba.

Compañero siempre.
Siempre de lado a lado,
de arriba a abajo. Conmigo.
Nunca me dejaba, nunca se alejaba.

Y a mí el sol me desvestía,
para pegarse conmigo,
despeinado y dulce,
claro y amarillo:
ese sol con sueño
que sigue a los niños.

Nada tomabamos con calma,
todo era fuego y chispas color plata.
Todo eran cenizas, humo y rojos vivos.

Mi infancia fue hermosa.
Ardiente y aventurera;
nunca calamada, nunca duradera.

Me sorprendía la noche vagando,
y yo en llamas iba caminando.

Cuando salí de mi casa
le dije a mi corazón:
-¡Ya llevas sol para rato!-

Es tesoro y no se acaba.
No se acaba y lo gasto.
-Traigo tanto sol adentro,
que ya tanto sol me cansa.-

-Yo no conocí en mi infancia
sombra, sino resolana-

No hay comentarios:

Publicar un comentario